Patria
Ricardo Miró

Oh Patria tan pequeña, tendida sobre un istmo 
donde es más claro el cielo y es más brillante el sol, 
en mi resuena toda tu música, lo mismo 
que el mar en la pequeña celda del caracol!

Revuelvo la mirada, y a veces siento espanto 
cuando no veo el camino que a ti me ha de tornar... 
¡Quizá nunca supiera que te quería tanto 
si el Hado no dispone que atravesara el mar!...

La Patria es el recuerdo... Pedazos de la vida 
envueltos en jirones de amor o de dolor; 
la palma rumorosa, la música sabida, 
el huerto ya sin flores, sin hojas, sin verdor.

La Patria son los viejos senderos retorcidos 
que al pie, desde la infancia, sin tregua recorrió 
en donde son los árboles antiguos conocidos 
que al alma nos conversan de un tiempo que pasó.

En vez de estas soberbias torres de áurea flecha, 
En donde el sol cansado se viene a desmayar, 
Dejadme el viejo tronco donde escribí una fecha, 
Donde he robado un beso, donde aprendí a soñar.
 

¡Oh mis vetustas torres, queridas y lejanas: 
yo siento la nostalgia de vuestro repicar! 
He visto muchas torres, oí muchas campanas, 
pero ninguna supo, ¡torres mías lejanas! 
cantar como vosotras, cantar y sollozar.

La Patria es el recuerdo... Pedazos de la vida 
Envuelta en jirones de amor o de dolor; 
la palma rumorosa, la música sabida, 
el huerto ya sin flores, sin hojas, sin verdor.
 

¡Oh Patria tan pequeña que cabes toda entera 
debajo de la sombra de nuestro pabellón: 
quizás fuiste tan chica para que yo pudiera 
llevarte por doquier dentro del corazón!

Al Cerro Ancón
Amelia Denis De Icaza

Ya no guardas las huellas de mis pasos, 
ya no eres mío, idolatrado Ancón: 
que ya el destino desató los lazos 
que en tus faldas formó mi corazón. 

Cual centinela solitario y triste 
un árbol en tu cima conocí: 
allí grabé mi nombre, ¿qué lo hiciste? 
¿por qué no eres el mismo para mí? 

¿Qué has hecho de tu espléndida belleza, 
de tu hermosura agreste que admiré? 
¿Del manto que con regia gentileza 
en tus faldas de libre contemplé? 

¿Qué se hizo tu Chorrillo? ¿su corriente 
al pisarla un extraño se secó? 
su cristalina, bienhechora fuente, 
en el abismo del no ser se hundió. 

¿Qué has hecho de tus árboles y flores, 
mudo atalaya del tranquilo mar? 

Mis suspiros, mis ansias, mis dolores, 
te llevarán las brisas al pasar! 

Tras tu cima ocultábase el lucero 
que mi frente de niña iluminó: 
la lira que he pulsado, tú el primero 
a mis vírgenes manos la entregó. 

Tus pájaros me dieron sus canciones; 
con sus notas dulcísimas canté, 
y mis sueños de amor, mis ilusiones, 
a tu brisa y tus árboles confié. 

Más tarde, con mi lira enlutecida 
en mis pesares siempre te llamé: 
buscaba en t i la fuente bendecida 
que en mis años primeros encontré. 
¡Cuántos años de incógnitos pesares, 
mi espíritu buscaba más allá 
a mi hermosa sultana de dos mares, 
la reina de dos mundos, Panamá! 

Soñaba yo con mi regreso un día, 
de rodillas mi tierra saludar; 
contarle mi nostalgia, mi agonía, 
y a su sombra tranquila descansar. 

Sé que no eres el mismo; quiero verte 
y de lejos tu cima contemplar; 
me queda el corazón para quererte 
ya que no puedo junto a ti llorar. 

Centinela avanzado, por tu duelo 
lleva mi lira un lazo de crespón; 
tu ángel custodio remontose al cielo 
ya no eres mío idolatrado Ancón!

A Panamá
Amelia Denis De Icaza

¿Hasta cuando mi patria idolatrada 
por la discordia te veras manchada 
llenándote tú misma de baldón, 
de tus hijos la sangre derramando 
por un poder efímero luchando? 
dice: ¿acaso te falta corazón? 

¿Te falta inteligencia? no, mentira 
que en tu alma brilla la celeste pira 
que da a sus escogidos el señor 
¿hasta cuando tu zaña que intimida, 
hasta cuando esa lucha fratricida 
que conduce a la ruina y al dolor? 

¿Por qué no ves el desaliento impreso 
en la faz bendecida del progreso 
que tus luchas condenan a morir? 
Levanta ya tu noble altiva frente, 
pedazo de la América valiente 
prepara tu grandioso porvenir. 

Levanta ya tu noble, blanca enseña 
y a la esperanza que tranquila sueña 
despiértela tu alegre sonreír, 
patria de grandes hombres, patria mía 
luzca ya de la unión el claro día 
manda tus puertas al progreso abrir. 

Prepara tus laureles y tus flores 
El canto de tus dulces trovadores 
Para el que cumpla tu feliz misión, 
Para el que logre levantar el vuelo 
y remontar tus alas hasta el cielo 
y allá batir altivo tu pendón. 

Álzate Panamá, mira tu suelo, 
mira tus campos que bendice el cielo 
y tus montañas que tu adorno son; 
une tus hijos con el eterno lazo 
en un estrecho, fraternal abrazo, 
sea tu divisa, libertad y unión. 

Olvida el triste lóbrego pasado 
y mira el presente desolado, 
lucha y espera el porvenir con fé; 
a las armas del ocio cabizbajo 
sustituyan tus hijos el trabajo, 
no más oculta tu riqueza esté. 

¿Por qué vivir en inacción Dios mío 
mirando en el hogar silencio y frío 
cuando el oro se encuentra por doquier? 
surcar la tierra con segura mano 
he aquí el enigma, el misterioso arcano 
que afianza de los pueblos el poder. 

Luzca por fin el venturoso día; 
que el labrador radiante de alegría 
regrese a las delicias del hogar, 
encontrando su alegre compañera 
que a su consorte satisfecha espera 
que llegue del trabajo a descansar. 

Que leyendo el pedazo de una historia 
que de niño ha ilustrado su memoria 
encuentre el artesano su placer, 
y al descansar de su fatiga, vea 
que el trabajo se hermana con la idea 
y hace del hombre venturoso ser. 

Entonces de placer estremecida 
¡mi patria floreciente y escogida! 
yo escucharé los ecos de tu voz: 
no más luchas ni lágrimas de duelo, 
echa al pasado, del olvido un velo 
que tus esfuerzos los secunda Dios.

Mi Patria 
Hersilia Ramos de Argote

Mi patria es un istmo con rumor de mares, 
con cielos azules, con fúlgido sol, 
y ondula en los vientos, en rítmicos giros, 
la linda bandera, pendón tricolor, 
con su azul de cielo, su blanco sublime, 
su rojo encendido en llamas de amor, 
y sus dos estrellas brillantes y diáfanas 
que alumbran senderos de liberación. 

Mi patria es un istmo, puente entre dos mares

Mi Bandera
José Guillermo Batalla

Ondea con gallardía 
Bandera de mis amores, 
que en el espacio hay rumores 
de patriótica alegría. 

Flote en la extensión vacía 
bañada de áureos fulgores, 
de tus hermosos colores 
la elocuente trilogía:

El rojo, tinta suprema 
con que se escribe el poema 
mejor de la Libertad; 
el azul que te dio el Cielo, 
y el blanco, que un anhelo 
de toda la humanidad.

Su Alteza Mi Bandera 
Fernando J. Huc B. 

Como en los cuentos de hadas, 
rumbo sur de mi imaginación 
una princesa buscaba, 
un paraíso de pura ilusión. 

Busco en tierras lejanas 
y en extraños sitios de oriente 
seria su búsqueda vana 
del algún reino inexistente? 

De pronto su espléndido coche 
detuvo su rauda carrera 
cuando vio en la cordillera 
la que de América es broche. 

viose un verdor de praderas, 
de cielos azules, igual que sus mares, 
que banaban su par de caderas 
tal cual el progreso bordeaba sus lares. 

Era mi patria querida, 
la que la princesa hallo, 
y cual madre adolorida, 
lloraba, de tan lejos que estoy yo. 

Pero al ver bien a su alteza, 
en sus ojos vi un fulgor, 
y del Don de su realeza 
fue surgiendo un tricolor. 

En bandera panameña, 
se convirtió la princesa 
y entre mágica belleza, 
Flameaba sin par, la istmeña. 

De este raro sortilegio 
mi nostalgia forma parte, 
pero, logre el privilegio 
de en mis sueños contemplarte. 

Que bella estaba mi enseña, 
en la cumbre del Ancón, 
allí flamearas istmeña, 
allá, y en mi corazón.

Bandera Mía
Enrique Geenzier 

Blanca, roja y azul, con dos estrellas, 
es la bandera que mi patria un día 
recibió, rebosante de alegría, 
de manos de maltronas y doncellas. 

Podrá haber más gloriosas y más bellas, 
más llenas de esplendor y bizarría, 
pero ninguna existe, cual la mía, 
tan limpia de pesares y querellas.

Es por eso, quizás, que sin temores 
de una agresión extraña, sus colores 
contemplo siempre con fervor profundo!

Saludo a la Bandera 
Marco Tulio Collazo 

Bandera de mi Patria que luces en tu escudo 
Lo hermoso de los mares que bañan mi país! 
Al verte, con orgullo me inclino y te saludo 
Bajo tu sombra augusta sintiéndome feliz. 

Juro por ti ser bueno, sincero y respetuoso; 
Juro por ti mi nombre sin mancha conservar; 
Ser culto en mis maneras, ser noble y generoso 
Y en el trabajo honrado mi porvenir buscar.

Prometo que mis labios jamás han de mancharse 
Con la mentira odiosa, con el grosero hablar; 
Y que jamás mi mano habrá de levantarse 
Para ninguna clase de seres maltratar.

Y juro amarte mucho, cual amo a mis mayores; 
Morir por defenderte, si fuere menester; 
Gozar con tus victorias, sufrir con tus dolores; 
De bien un hombre, en suma, por ti prometo ser.

Nota: Esta poesía tiene música

3 de Noviembre 
Nicole Garay

Tres de Noviembre! 
Fecha querida 
en que a la vida 
libre nació 
un pueblo altivo 
aunque pequeño, 
de todo istmeño 
gloria y amor.

Tres de Noviembre 
yo te saludo. 
En el escudo 
del pabellón 
que bajo el cielo 
tremola el viento 
vibra un acento 
de redención.

Tres de Noviembre, 
dichoso día 
que al alma mía 
júbilo das, 
tú eres la gloria 
de los hogares 
do tiene altares 
¡la libertad!